¿El futuro del aprendizaje de idiomas?

Los clásicos de ciencia ficción como “1984”, “Un Mundo Feliz” y “Fahrenheit 451” ya no parecen tan ficticios como solían ser o desearíamos que fueran. Esto nos permite atrevernos pensar en grande. El estudio online, que en algún momento se consideró una especie de delirium tremens o algo solo para algunas personas, es nuestra realidad cotidiana. Por lo tanto, un futuro previsible será que el el aprendizaje en línea incorporará inmersión con realidad virtual: “Viajaremos” a diferentes países y conversaremos con hablantes de esos países como ávatars. Quizás pienses que soy una soñadora, pero no soy la única … (Disculpas, me dejé llevar por los Beatles).

Empresas como Second Life de Linden Lab, que salió al mercado en 2003, ya están ofreciendo experiencias similares. Fueron creadas para gamers, pero pueden usarse para aprender idiomas y experimentar “otros mundos”. Y esto es de más de una década. Sin dudas eran unos adelantados para la época. Cada vez se hace más palpable, por diferentes creaciones y realidades extremas, que la realiad es un constructo.

Se dice que por el 2030 seremos capaces de percibir olores a través de pantallas y de tener percepciones táctiles. Si la realidad virtual puede convertirse en una realidad como las presentadas en la épica serie “Black Mirror”, la inmersión plena con fines lingüísticos y culturales no parece una idea tan imposible ni alocada. De hecho, las máscaras multisensoriales están camino a salir al mercado. ¿Te imaginás aprender tailandés y pedir un pad Thai mientras conversás con el mesero tailandés desde la comodidad de tu hogar? Además de poder “disfrutar” de la comida sin las calorías. Todo esto y mucho más será posible.