De la Patagonia a Founder World

Las palabras de John Lennon: “Dirás que soy un soñador, pero no soy el único…” hacen eco en mi y en mi cabeza. Ya han pasado cuatro meses que estoy en EEUU y he comenzado a conocer el mundo al que siempre soñé con acceder. 

En los últimos cuatro meses de mi vida he pasado innumerables horas frente a la computadora creando contenidos, contactando gente, haciendo networking, escribiendo y… haciendo voluntariado. Hace unos meses, hubo un evento llamado SVE Demo (Silicon Valley Entrepreneurs), una competencia de pitcheo online en la que participé y luego me suscribí a la newsletter de la organización. Así es cómo me enteré de que necesitaban voluntarios para una competencia grande de startups que incluía muy buenos premios, tales como $100.000 en inversión, paseo por inversionistas en Austin, Texas y en Silicon Valley y mentoría a medida sobre cómo cerrar la ronda de inversión para tu startup dictado por inversores y emprendedores experimentados. Indudablemente, una oportunidad irresistible para prácticamente cualquier startup en estadio semilla o pre-semilla. Sabía que mi startup todavía no llenaba los requisitos para ser seleccionada, así que me uní como voluntaria y fue la mejor decisión que pude haber tomado. 

Pude conocer todo desde tras bambalinas y obtener información útil reveladora sobre cómo se hacen ciertas cosas en el mundo de startups. Esto, claramente, ha de ser vivido, pero no puede ser compartido.

B. y yo admirando el atardecer en un local llamado Oasis donde nos invitaron a cenar.

Llegué el 1° de diciembre a las 22hs, luego de unas diez horas viajando porque tenía 4 horas de espera en Miami. Un colega voluntario de gran corazón y ahora querido amigo, B. (no diré su nombre por respetar su privacidad) me fue a buscar al aeropuerto. Nos hicimos amigos enseguida, teníamos el mismo sentido del humor y ambos estábamos muy entusiasmados por la semana que nos esperaba.

B. y yo nos quedamos en la casa del organizador, un lugar hermoso con una vista espectacular y mucho terreno para recorrer. También fue muy amable y generoso. Nos trató un poco como si fuéramos sus hijos. Nos llevó a comer afuera y hasta nos compró helado -debo decir que fue uno de los helados más ricos que he probado en mi vida-, nos mostró lugares increíbles en Austin y hasta nos llevó a recibir masajes. Es un emprendedor e inversor muy experimentado cuyo propósito es ayudar a otros emprendedores, mentorearlos y crear una comunidad. La organización de la que fui parte ahora se llama Founder World, antes se llamaba SVE (Silicon Valley Entrepreneurs) y ya contaba con varios miembros y emprendedores, inversores y mentores muy avezados y exitosos.

Nuestro último día, nuestro anfitrión, de origen chino, nos invitó té al estilo tradicional chino mientras conversábamos sobre temas profundos.

¿Te da curiosidad saber cómo fueron esos días? Fueron súper intensos. Había gente de casi todos los continentes: Australia, Sudamérica, América Central, Asia, Europa. Sólo faltaba África. Conocí gente interesante, hice nuevos amigos, usé muchas habilidades diferentes y aprendí un montón. También, medio que aprendí a jugar “Mafia”, un juego de naipes popular para la estrechar lazos entre equipos, y descubrí un mundo que sabía que existía, pero que no estaba disponible en mi lugar de origen. Me di cuenta de lo afortunada que soy y de que algunas personas que lo tienen todo no parecen ni siquiera sospechar lo afortunadas que son. Estoy muy clara de mi buena fortuna y me siento agradecida por ella. Hasta ahora he vivido varias vidas y experimentado varias cosas. Evidentemente, estoy empezando una nueva aprendiendo muchas cosas nuevas e interesantes en esta montaña rusa llamada camino del emprendedor.En el mundo de las startups se usa la expresión  “unfair advantage” (ventaja injusta), que viene de la premisa de que no todos somos iguales ni tenemos las mismas oportunidades. Supongo que sonará cruel, pero es realista. Es algo que no puede ser copiado ni adquirido fácilmente por la competencia. La mayoría de los inversores preguntan: “¿Cuál es tu ventaja injusta?”Algunos ejemplos son: acceso privilegiado a información, un equipo perfecto, autoridad personal, comunidad, SEO, ránkings orgánicos, entre otros. Mi interpretación de la pregunta es que se traduce en: ¿Por qué tenés que ser vos y nadie más que vos? Al fin y al cabo, tu ventaja injusta sos VOS.